Seguramente lo has sentido alguna vez: querer hacer una diferencia en el mundo con tus acciones, pero sentirte bloqueado y pensar que no tienes, puedes o sabes lo que se necesita para ello. Por tanto, mejor no hacer nada.
A veces, el deseo de lograr algo grande choca con la realidad de sentirnos ordinarios o insuficientes. Sin embargo, las Escrituras nos muestran que Dios tiene una manera especial de usar a personas comunes para hacer cosas extraordinarias.
El empoderamiento espiritual [YB1] no es solo un concepto abstracto; sino que está profundamente arraigado en las experiencias de aquellos que caminaron antes que nosotros. A través de sus historias, podemos aprender que, cuando nos conectamos con Dios, encontramos la fortaleza y el propósito que nos faltan.
Queremos recordarte hoy a cinco personas que ilustran cómo lo ordinario se transforma en lo extraordinario a través de la fe.
1. Moisés (Éxodo 3-4)
Ahí está Moisés, un hombre común que se siente perdido en el desierto, pastoreando ovejas. Un día, mientras cuida su rebaño, se encuentra con una zarza ardiente que no se consume. Dios lo llama, pero Moisés se siente incapaz, temeroso de regresar a Egipto y enfrentarse a su pasado. Sin embargo, en medio de su incertidumbre, Dios le dice: «Yo estaré contigo».
Moisés descubre que no está solo. A través de su fe y la guía divina, se convierte en el líder que liberará a su pueblo.
¡Incluso aquellos que se sienten menospreciados pueden ser empoderados para cumplir grandes propósitos! ¿Eres tú uno de ellos?
2. Gedeón (Jueces 6-7)
Gedeón vive en un tiempo de opresión y se siente abrumado. Al ser llamado por Dios, no puede creer que él, el más débil de su tribu, sea el elegido. Imagina a Gedeón temblando de miedo, pero sintiendo una chispa de esperanza. Dios le dice que lo acompañará en su lucha contra los madianitas. A pesar de sus dudas, Gedeón acepta el reto, y con solo 300 hombres se enfrenta a un ejército inmenso. En ese momento, se da cuenta de que no depende de su fuerza, sino de la ayuda divina. La victoria de Gedeón nos muestra que, cuando confiamos en Dios, podemos superar cualquier desafío, sin importar cuán grande sea.
3. David (1 Samuel 16-17)
David, un joven pastor, se encuentra en el campo cuidando a sus ovejas. Nadie espera que él se enfrente al gigante Goliat, pero su fe en Dios lo impulsa a hacerlo. Cuando se presenta ante Goliat, armado solo con una honda y cinco piedras, sabe que la verdadera batalla no es contra el gigante, sino contra el miedo y la duda que amenazan su corazón. David le dice a Goliat: «Tú vienes a mí con espada, pero yo vengo en el nombre del Señor». Con esa confianza, derrota al gigante y se convierte en un héroe. ¡Impresionante! Y a la vez, muy simple. A veces, necesitamos dar un paso valiente hacia lo desconocido, confiando en que Dios nos guiará a la victoria.
4. María, la madre de Jesús (Lucas 1:26-38)
María es una joven común cuando recibe una visita inesperada del ángel Gabriel. Cuando le dice que será la madre del Salvador, su mente se llena de preguntas y temores. Pero en lugar de dejar que el miedo la paralice, se abre a lo que Dios tiene para ella. María elige confiar en la palabra de Dios y dice: «Hágase conmigo según tu palabra». Su disposición a aceptar este llamado extraordinario nos recuerda que, aunque el camino pueda ser incierto, Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros.
5. Pedro (Hechos 2)
Pedro, un simple pescador, se siente abrumado por el fracaso tras haber negado a Jesús. Sin embargo, tras la resurrección, el Espíritu Santo desciende sobre él y lo transforma. Imagina a Pedro, una vez más en la orilla, esta vez lleno de valor. Se levanta y predica ante miles de personas, compartiendo el mensaje de Cristo. Su historia es un poderoso recordatorio de que nuestras caídas no definen nuestro futuro. Cuando nos dejamos guiar por el Espíritu, somos capaces de hacer cosas que ni imaginamos. Pedro nos enseña que cada tropiezo puede ser una oportunidad para levantarnos más fuertes.
Cuando lees esto, ¿qué crees? ¿Qué fortalezas has estado ignorando en tu vida? ¿Cómo puedes dejar que Dios te empodere para hacer una diferencia en ti entorno?
Dios no elige a los más fuertes o a los más capacitados, sino a aquellos que están dispuestos a confiar en Él. Si te sientes pequeño o insignificante, recuerda que cada uno de estos personajes también se sintió así en algún momento. Lo que tenian en común fue su disposición a dejar que Dios trabajara a través de ellos.
A veces, la verdadera grandeza viene de aceptar nuestras limitaciones y permitir que Dios llene esos vacíos.